
¡Por fin se acercan las vacaciones! Llegó el momento de colgar la ropa de trabajo, calzarse el bañador y poner rumbo a la playa, la montaña o cualquiera que sea tu destino favorito de ocio. Eso sí: si tienes pensado desplazarte en coche hasta tu lugar de vacaciones, hay una serie de cosas fundamentales que debes tener en cuenta y revisar antes de partir, para tenerlo todo controlado. Sobre todo, por tu seguridad y la de tus acompañantes. ¡Toma nota y evita imprevistos durante el viaje!
¿Cuáles son los elementos de tu coche que tienes que revisar antes de las vacaciones de verano?
Ya lo tienes todo preparado: alojamiento, rutas, playas, restaurantes… Porque ya sabemos que hay ciertas cosas que no pueden dejarse al azar cuando se sale de vacaciones. Pues bien, si tienes pensado hacer el trayecto hasta tu destino en tu BMW o MINI, es imprescindible que también lo prepares a conciencia para evitar sobresaltos en la carretera.
Puede que tu vehículo funcione a la perfección, y que incluso falte mucho para la cita con la próxima revisión periódica. No obstante, antes de salir de viaje hay una serie de elementos que, especialmente por seguridad, conviene revisar y cerciorarnos de que se encuentran en estado óptimo. En caso de localizar algo en nuestro coche que no cumpla con este requisito, siempre es mejor hacerlo con tiempo, por si fuera necesario hacer alguna mejora o pasar por el taller.
A continuación, te contamos cuáles son los componentes que debes poner a punto antes de salir de viaje este verano.


Filtros y aceite
Una de las intervenciones más importantes y que con más regularidad debes llevar a cabo para un correcto mantenimiento de tu vehículo es la evaluación de los filtros, ya sean de aceite, de combustible, de habitáculo, etc. Para que funcionen adecuadamente, será preciso cambiarlos cada año.
También es fundamental comprobar la cantidad de lubricante para que el motor funcione de forma apropiada, ya que la circulación en ciudad con tráfico lento puede provocar que el vehículo consuma más aceite de lo normal. Para revisarlo, basta con introducir la correspondiente varilla y ver hasta que línea (superior o inferior) llega la cantidad de aceite. Este procedimiento debe realizarse siempre con el motor en frío.
Neumáticos
¡Muy importante! Antes de salir, comprueba siempre tanto el estado como la presión y equilibrado de los neumáticos de tu vehículo. Evaluar el grado de desgaste de las cubiertas es muy fácil echando un vistazo al testigo o con un sencillo truco, utilizando una moneda de euro: si al introducirla de canto en una de las ranuras la parte dorada queda cubierta, el grado de desgaste será el adecuado. Si no es así, tocará pasar por el taller para un reemplazo.
También debes prestar mucha atención a que no haya ningún tipo de abolladura, perforación o desgaste irregular, para evitar vibraciones en el volante o movimientos bruscos. Asimismo, la presión debe ser siempre la recomendada por el fabricante.



Líquido anticongelante
El líquido anticongelante es un elemento clave a la hora de controlar la temperatura de funcionamiento de tu coche. Para que no pierda sus propiedades, lo ideal es efectuar el cambio entre los 20.000 y 30.000 km o aproximadamente cada dos años, dependiendo del uso que le des al vehículo.
Líquido de frenos
Determinar el nivel del líquido de frenos es también muy fácil: tan sólo hay que pisar a fondo el pedal de freno y ver si baja el nivel del vaso de expansión. Tenerlo controlado es primordial para conducir y frenar de forma segura y que los frenos no acaben dañados. Lo ideal es cambiarlos aproximadamente cada dos años.
Amortiguadores
Tanto los delanteros como los traseros son cruciales para una conducción segura. Si notas que tu vehículo pierde estabilidad en las curvas o al frenar, o que hay un desgaste irregular en los neumáticos, muy probablemente ha llegado el momento de proceder a su cambio.

Discos y pastillas de frenos
¿Has notado una fuerte vibración al frenar? Puede ser síntoma de que los discos de freno de tu coche necesitan ser sustituidos. Si notas que la frenada no es óptima, también podría estar influyendo el deterioro de las pastillas de freno. En su desgaste influyen múltiples factores, desde el simple uso y paso del tiempo hasta el estilo de conducción o el estado de la carretera. Por eso, revisar ambos de vez en cuando es más que conveniente.
Aire acondicionado
Antes de un viaje prolongado, es importante evaluar que el aire acondicionado funcione de manera correcta. La conducción a altas temperaturas sin un sistema que aporte una adecuada refrigeración al habitáculo puede ser francamente peligrosa.
Termostato
El termostato es un elemento que sirve para controlar la temperatura del motor y regular la circulación del líquido refrigerante. Es muy importante asegurarse de que esté en perfectas condiciones y de que la válvula de paso no esté cerrada: de esta forma el motor podría sobrecalentarse y provocar daños irreversibles en el vehículo. ¡Mucho ojo!
Batería
Una de las primeras cosas que aprendemos los conductores es que es preciso mantener siempre limpios los bornes de la batería de nuestro vehículo, así como que es necesario cambiarla si estos se ven oxidados o en mal estado. Por otra parte, si notas que sale líquido de ella, debes cambiarla igualmente y proceder a la revisión del alternador.
Cinturones de seguridad
Está ampliamente demostrado que los cinturones de seguridad consiguen evitar multitud de daños en caso de percance. Comprobar que sus anclajes estén en perfecto estado antes de salir de viaje nunca está de más.
Circuito eléctrico
Es fundamental asegurarse de que todo el circuito eléctrico del vehículo funciona correctamente, pues de él dependen desde el limpiaparabrisas hasta el elevalunas o los diferentes sistemas de asistencia. Asimismo, también es vital para nuestra seguridad en la vía comprobar que todo está en orden en el sistema de luces.

Bomba de agua
Para que el motor se mantenga refrigerado, es esencial la bomba de agua. Comprueba antes de viajar que no existe ninguna rotura o fuga de líquido que pueda entorpecer el proceso de refrigeración.
Bujías
Si las bujías están sucias, podrían causar problemas al arrancar el coche y ocasionar que éste consuma más combustible. De manera que hay que vigilar su estado día a día, pero aún más antes de salir de viaje. Así evitarás contratiempos en tus viajes.